viernes, 11 de octubre de 2013

Según la medicina tradicional china se considera al cuerpo humano como un microcosmos que debe vibrar armónicamente con el macrocosmos en donde vivimos. La energía fluye por nuestro cuerpo y un desequilibrio energético deriva en una enfermedad. Durante siglos los médicos orientales chinos, comprobaron la existencia en el cuerpo humano de “puntos sensibles” y observaron que, al unirlos, se dibujaban líneas verticales o mapas, a los que llamaron “meridianos”. Por estos meridianos circulaba Energía. Los puntos energéticos principales se llaman Chakras y funcionarían como auténticos enchufes que proporcionan energía al organismo. Los chakras se bloquean por diversas razones, físicas o mentales. Cuando se bloquea un chakra la energía deja de fluir por el organismo con normalidad y se produce un exceso o una carencia de energía en ese determinado punto energético y, esto, implica que los órganos que gestiona ese chakra empiezan a fallar y se produce una enfermedad. Esto significa que en el cuerpo humano apenas existe ningún punto que no sea un órgano sensible para la recepción, transformación y retransmisión de energías. Siete son los chakras principales y su función es,la recepción,acumulación y trasmisión de energía. Así pues, cada chakra o punto energético tiene una función concreta en el organismo.

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